La provincia empezó y cerró el 2021 con el mismo nivel de casos positivos. Los fallecidos de la última semana de diciembre fueron un 66% menos que en la primera semana de enero, pero la foto actual muestra una incidencia preocupante del covid-19 entre los no vacunados.
El crecimiento exponencial de los contagios de coronavirus hizo que Río Negro terminara el 2021 prácticamente igual que como lo comenzó, muy cerca de los 2.500 casos nuevos en sólo una semana. La diferencia principal se dio en la cantidad de personas fallecidas con covid-19 en esos períodos: en la primera semana del año fueron 53 y en la última 18, es decir un 66% menos.
Ese dato es alentador porque habla de la incidencia de la campaña de vacunación, que cumplió un año el 29 de diciembre pasado. Sin embargo, si la cifra de muertes ocurridas en la provincia la semana pasada se pone dentro del contexto nacional, o se la compara con períodos inmediatamente anteriores, el panorama merece atención: Río Negro tuvo un 80% más de decesos de una semana a otra y registró en el cierre de diciembre la tasa de mortalidad más alta del país.
La curva de contagios venía en alza desde mediados de noviembre, con un crecimiento del 191% al 25 de diciembre. Esa semana los confirmados fueron 975, ratificando que una tendencia se observaba en buena parte del país.
Pero en los siete días siguientes se produjo un quiebre en las estadísticas, porque los testeos con resultado positivo que se contabilizaron en la provincia fueron 2.467.
Esos valores fueron muy similares a los registrados en la Semana Epidemiológica 1 del 2021, cuando 2.488 rionegrinos confirmaron la enfermedad por coronavirus.
La curva de este año muestra que en ese primer período se dio un pico de contagios, la semana siguiente los valores fueron apenas inferiores y luego comenzó un descenso, que llevó a tener en marzo alrededor de 650 casos nuevos semanales. Desde abril empezó un nuevo incremento, que llevó al pico máximo de infecciones detectadas en una semana en toda la pandemia: fueron 4.020, en la tercera semana de mayo.
La evolución de los casos fatales merece una mirada atenta porque el incremento también fue abrupto, más allá de los niveles significativamente inferiores a los registrados a principios de año o luego del récord de contagios de mayo, cuando se perdieron 118 vidas en sólo una semana.
En la Semana Epidemiológica 52 (del 26 de diciembre al 1 de enero) fueron 18 los rionegrinos fallecidos por covid-19, cuando la semana anterior habían sido 10, en los siete días previos 11 y en las SE 49 y 48 los decesos fueron 6 y 10, respectivamente.
El escenario muestra a Río Negro como el distrito con mayor tasa de mortalidad de la Argentina. En el último reporte semanal del Ministerio de Salud de la Nación, publicado el jueves pasado, la provincia aparece con una incidencia muy por encima del resto de las jurisdicciones, con 21 fallecidos por millón de habitantes durante los 14 días previos.
En ese cuadro, Neuquén ocupa el sexto lugar, con 4 muertes por millón de habitantes.
Hasta la jornada de ayer, en Río Negro perdieron la vida 2.463 personas luego de contraer covid-19, sobre 107.444 casos acumulados.
La semana pasada, el ministro de Salud de la provincia, Fabián Zgaib, relacionó el crecimiento de los casos graves con las personas que todavía no se vacunaron contra el coronavirus.
“El porcentaje más alto de los que hoy la pasan mal o ingresan a internación no tiene dosis de vacuna”, indicó el funcionario.
Y agregó que “de los internados moderados y graves, el 70% es gente no vacunada, sin dosis, el resto son personas que tienen una o dos vacunas, pero con enfermedades preexistentes, por eso es muy importante que toda la población acceda a la vacunación”.
(Río Negro)
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