El Secretario General del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa Guillermo Pereyra, relanzó hoy ante 300 delegados la agrupación interna Azul y Blanca, la línea interna del oficialismo. La convocatoria tuvo lugar en un contexto en el que la entidad ya le reclamó al ministerio de Trabajo de la Nación que deje de lado la suspensión de los comicios producto de la pandemia, un pedido que fuentes del gremio afirmaron que tiene el aval de la CGT.
En medio de un acto de tinte netamente político, dio dos datos sobre las finanzas del gremio: señaló que durante la pandemia el sindicato perdió a razón de 150 millones de pesos por mes, pero que no obstante el balance que esperan aprobar este mes arrojará un resultado de superávit de 1357 millones de pesos.
Peryera hizo una reseña histórica de su vida al frente del sindicato. Reivindicó las luchas gremiales de inicios de los años 80, describió las persecuciones de la dictadura en su contra en medio de los reclamos a las empresas, un contexto que empezó a abrir paso al período en el que quedó al frente del gremio a partir del 1984, de la mano de la agrupación que relanzó en la ciudad rionegrina, rodeado del resto de la conducción, con Marcelo Rucci, secretario administrativo de la entidad, a la cabeza.
“Pasamos días muy tristes con la pandemia. Todos los trabajadores que se fueron, se fueron por acuerdos particulares. Cobramos salarios de miseria, pero cuidábamos los puestos de trabajo”, dijo sobre la etapa más cruenta del COVID-19, al promediar el 2020.
Dijo que “firmar el acuerdo de sustentabilidad y empleo” con las petroleras, por el cual hubo trabajadores suspendidos a la espera de la normalización de la actividad en los yacimientos, “era el único camino que teníamos, si no hubiéramos tomado otro”.
Y agregó: “Había que esperar que se normalice la actividad. Hoy ya hay 50 equipos entre perforadores, workover y púlling. Tenemos los sets de fractura, que son los generadores de mano de obra”, sostuvo y observó que se va “recuperando la actividad, hemos terminado con el acuerdo de sustentabilidad y empleo”. Recordó que las subas otorgadas durante la emergencia del año pasado pasarán a ser remunerativas desde este mes.
Pereyra dijo que de todos modos el gremio seguirá dando la pelea para obtener un reconocimiento mayor respecto de la paritaria del 2020. “Va a costar mucho, no queremos alcanzar la paritaria 2021 sin mirar para atrás, nos están debiendo plata”. El gremio obtuvo una recomposición del 16,2%, un monto pendiente de la paritiaria del 2019, y pagos no reumunerativos como parte del acuerdo con las petroleras.
“Vamos a lograr la recuperación del salario en el tiempo. Esto quiere decir recuperar el salario y el trabajo de toda la familia petrolera”, auguró, en un contexto en el que el miércoles 17 vuelven a negociar con las cámaras del sector.
“El 31 de este mes nos vamos a reunir para aprobar la memoria y balance del 2020. Hemos perdido 150 millones de pesos por mes. Van a tener la memoria y balance, que nos arroja un superávit de 1357 millones de pesos”, adelantó y afirmó que entre los proyectos que evalúa el sindicato figura el de lanzar una aseguradora a través de la mutual petrolera.
Fotos: Víctor Suárez
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