El hombre acusado de haber mantenido relaciones sexuales en el Vivero Municipal ante las cámaras con una empleada a su cargo, dice que el hecho no existió y que se trata de una persecución política.
En un escrito que hizo llegar a los medios de comunicación a través de un abogado, aduce cuestiones políticas, que no hay pruebas de la denuncia en su contra y afirma que iniciará una demanda al municipio por despido injustificado.
Solicita además, se preserve su identidad, aunque su nombre ha trascendido a través de las redes sociales y que ello ha dañado su buen nombre y honor y a su familia.
El abogado que representa al ex trabajador municipal exigió en un plazo (ya vencido) al municipio que ratifique o rectifique la denuncia que trascendió públicamente y aporte pruebas.
También se pretende que el trabajador vuelva a ocupar su función o iniciará acciones judiciales por despido injustificado.
Si bien desde el municipio no dieron demasiadas precisiones sobre el tema, se sorprendieron de que haya tomado estado público a través de este medio digital y confirmaron que el hecho existió y que había pruebas de ello.
Los trabajadores del Vivero ya habrían aportado datos concluyentes ante RRHH del municipio que llevó a la Intendente a tomar la decisión de apartar del cargo al empleado.
En su momento también desde el ejecutivo se defendió a la empleada implicada y se decidió no sancionarla porque estaba en una situación de vulnerabilidad y máxime teniendo en cuenta que, (el ahora ex empleado), era su superior.