(C25N) Emilio San Martín pasa cada domingo por la plaza “De la familia” y añora sus años como cuidador del céntrico lugar. Levanta papelitos y algunos envases de botellas como si aún fuera su trabajo.
“Me jubilé hace varios años en el gobierno de doña María Rosa. No quería irme a mi casa, quería seguir trabajando, hasta que casi me obligaron a hacerlo cuando llego el gobierno actual porque ya era un jubilado”. Dice resignado
San Martín, padre de tres hijos, más de 70 años, no para de trabajar, realiza tareas de pintura y arreglo y limpieza de jardines.
“No puedo estar quieto. Me gusta hacer cosas y mientras pueda lo voy a seguir haciendo”. Expresa
“Ahora por el tema del bicho este (coronavirus), está bastante bien la plazita. Pero usted viera como era antes, los domingos no se podía estar aquí. La gente no cuida nada”. Agrega con nostalgia, sentado en uno de los banquitos de cemento.
De regreso a su casa pasa como cada domingo por la parroquia Cristo Obrero (sólo de visita) por las restricciones sanitarias, saluda al párroco, intercambia algunas palabras y así termina su mañana.
10
/ 100



