Es el escenario optimista del virus en la provincia, los docentes advierten 47 mil casos de infectados, en simultáneo, este año.
La pandemia del COVID-19 une a docentes investigadores de la Universidad Nacional del Comahue para hacer lo que mejor saben. Dispuestos a sumar en la lucha contra el virus, con el poder del conocimiento a su favor y una gran vocación social, idearon un modelo de proyección de casos esperados en Argentina, durante 2020, que sirve como herramienta en la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas.
“Es nuestro granito de arena a la situación que estamos viviendo todos”, dijo Laura Lamfre, la coordinadora de un trabajo en equipo que incluyó a varios docentes más. Hay gente de Medicina, Matemática, Economía, Ingeniería y Estadística Aplicada involucrados (del Centro Universitario de Estudios en Salud, Economía y Bienestar).
“Lo hicimos rápidamente porque es ahora la oportunidad de aprovechar esta herramienta de trabajo. Seguramente habrá cosas para mejorar, aceptaremos las críticas, pero el modelo predictivo se ajusta muy bien al día de hoy. Ya nos pidieron el archivo de Misiones y Mar del Plata. Es toda gente que trabaja en el ámbito público”, contó.
El modelo agrupa a las personas como susceptibles (los que están sanos, pero pueden enfermarse); infectados (que cursan la enfermedad) y recuperados (engloban a los que se curan y mueren). Toma como parámetro el grado de transmisión del virus, que es alto; y plantea tres escenarios posibles.
El escenario optimista indica que Argentina va a tener 2.7 millones de infectados simultáneos durante este año; el moderado predice unos 7 millones; y el pesimista, 10 millones (sobre una población de 44 millones), informó la licenciada en Economía.
¿Qué pasa en las provincias?
Lamfre estimó que Río Negro, por ejemplo, puede tener un máximo de casos simultáneos de 47 mil, si el escenario es optimista; o de 176 mil infectados, al mismo tiempo, en un escenario pesimista (sobre una población estimada de 738 mil habitantes). Los muertos podrían ir de 8700 y 13.900.
En Neuquén, las predicciones son un poco menores, porque es menor la población. Se toma como referencia un total aproximado de 630 mil habitantes para predecir entre 40 y 150 mil infectados, en simultáneo, durante el transcurso del 2020.
Hay que decir que solo se tienen en cuenta los casos informados de pacientes que tienen los síntomas y se estudian. “En la literatura hay un importante porcentaje de gente asintomática que no se analiza”, aclaró la docente consultada por LM Cipolletti.
Las vidas que se perderán en el país
Para calcular el número de muertes, el modelo predictivo asume una tasa del 2.1 por ciento de infectados, en virtud de lo cual, Río Negro podría lamentar entre 8700 y 13.900 fallecimientos en el año; y Neuquén, de 7 mil a 11 mil, si el escenario es el optimista o el pesimista.
En tanto, en el país se estima que puede haber entre 270 mil y 839 mil muertes, de acuerdo al escenario que se presente.
Para llegar a estas conclusiones se tomaron datos de la realidad, desde que se presentó el primer caso (el 3 de marzo) hasta el 25 de este mes.
El modelo se armó para todo el país, pero el ritmo de contagio para cada provincia se asume que es igual al promedio de Argentina.
Algunas tendrán un ritmo más alto, como Chaco; o más bajo, como Neuquén.
¿Cuándo será el pico de infección?
La curva de contagio sigue una línea ascendente y se aplana más temprano o más tarde, según el escenario. “Cuanto más optimista, más rápido se aplana y más tarde es el pico de casos (infectados)”, sintetizó la docente investigadora. Por eso, en un escenario optimista, el pico de la infección -por el número de casos máximos en simultáneo- se atrasa muchísimo y estaría a fin de año; mientras que en un escenario promedio sucedería en septiembre; y en uno pesimista, tendría lugar en julio. “Del total de infectados, el 14 por ciento requiere hospitalización; y el 5 por ciento terapia intensiva, en cualquier escenario”, comentó.
La cantidad de casos depende de todos nosotros
Lo interesante del modelo es que la tasa efectiva de contagio se puede modificar a través de políticas de distanciamiento social. Es decir que depende mucho de nosotros el impacto que pueda tener el coronavirus en cantidad de infectados y muertos. Depende de nosotros, más allá de los números, que terminemos el año con grandes pérdidas o enormes oportunidades, derrotados o con esperanza.
Es un modelo matemático, simple, provisorio, que se ajusta a medida que se genera información, por lo tanto, perfectible. La proyección de casos es diaria.
Para modelar la proyección de casos, los docentes echaron mano de otro modelo epidemiológico definido en 1928, utilizado en otras enfermedades infecciosas como H1N1 en 2009 y algunos casos de ébola. Se lo llama SIR.
“Se trata de mirar lo que se viene para colaborar en la toma de decisiones. Lo que hicimos fue armar un modelo que simplifica la realidad y trata de explicar cómo funciona la transmisión del virus”, explicó una de las autoras del estudio. De esta manera, puede ser útil a la cantidad de infectados esperados, a las necesidades de camas de internación y de terapia intensiva, y predecir el comportamiento epidemiológico de la pandemia.
Hay que evitar que colapse el sistema de salud
Según la investigadora Laura Lamfre, el estudio también analiza la saturación del sistema sanitario, que se ve colapsado en cualquier escenario. “Por eso se toman medidas para ampliar el número de camas, hacer consultas telefónicas, comprar más respiradores. Está demostrado que la cuarentena funciona, como los test, a la mayor cantidad de gente posible”, acotó.
La tasa de contagio se calculó hasta el 25 de marzo, ya que se supone que el período de incubación de la enfermedad es de cinco días, y las políticas de aislamiento social se tomaron el 19 de marzo.
“El modelo predictivo se ajusta muy bien hasta el día de hoy”, agregó Lamfre.
El aislamiento social permitiría achatar la curva de casos, lo que garantizaría una mejor atención sanitaria, evitando el colapso del sistema, tanto del público como del privado. En ese sentido se dirigen las políticas que se vienen adoptando.
Por Guadalupe Maqueda – maquedag@lmneuquen.com.ar